Belén Mozo es una de nuestras jugadoras más internacionales. La gaditana comenzó brillando en el mundo con títulos como el British Ladies Amateur Championship y se pasó a profesional de la LPGA en 2011, tras finalizar su carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad de Carolina del Sur. Sus lesiones y su evolución vital la llevarían a decidir abandonar la competición hace tres años. Famosa por su capacidad de comunicación, su carrera sigue unida al golf. Es Embajadora de la Solheim Cup y forma parte del equipo organizador de esta competición, que ella conoce perfectamente al haber disputado la  en dos ocasiones.

Háblanos de tu retirada

Digamos que yo sabía qué tipo de jugadora era, mi alcance, mi talento. Hay una frase que es que la mayoría de los golfistas se les conoce sólo como golfistas, a mí eso me atemorizaba. Yo siempre supe que elegí el golf, pero no era sólo una golfista y sabía que mi carrera tenía fecha de expiración. Quizá llegó antes por las lesiones, porque me aburrí un poquito y también por mi momento de vida, con una relación muy sólida con mi pareja. Llevábamos ya once años juntos, y, siendo él también atleta profesional manejábamos unos calendarios muy difíciles de emparejar.

¿Te has arrepentido?

Fue un shock para todos, familia incluida, pero hay veces que las decisiones abruptas son las correctas. Soy muy impulsiva, pero las mejores decisiones las he tomado bajo esa impulsividad. Y, pese a estar en el mejor momento de mi carrera, no me arrepiento de nada.

¿Y quién es ahora Belén Mozo?

Mi nicho fuerte sigue siendo el golf, obviamente es   donde   más   cómoda me siento, me sigo nombrando golfista profesional, no compito, pero sí soy una profesional del golf fuera del golf. Las relaciones sociales se me dan muy bien, la creación de torneos, manejo de redes, la generación de contenido … Mi otra pasión es la moda del golf. Me frustra demasiado la etiqueta que se le ha puesto a los golfistas, entiendo que es un deporte de mucha clase y etiqueta, pero se deben abrir las fronteras; el golf sigue siendo demasiado elitista y no le estamos llegando a frentes a los que necesitamos llegar. Mi ideal es hacer el golf más inclusivo, que llegue a más masa, tanto por la parte económica, como en la social y cultural.

Por amor has dejado todo

Nosotros tenemos nuestra vida en Colombia, pero tengo esa espinita de no estar en mi país. En realidad, desde que llegué a EEUU, con 18 años, no volví y cada vez que entro a España, entro en mi país pero soy una extranjera, me siento que no controlo los sitios, hay muchos lugares que no conozco. En Colombia estamos felices, tiene unas connotaciones negativas pero es un país muy bonito, con gente muy pura, la calidad de vida es muy buena y estoy feliz. En mi cabeza tengo darle a mi futura familia un medio/medio también en España.

La diferencia entre el golf femenino y masculino es mayor en Colombia

Colombia es una España hace 50 años, el golf está muy crudo obviamente. Me han ofrecido varios proyectos para intentar fomentar el golf femenino en Colombia. Quizá en un futuro lo haga, ahora no estoy preparada. El golf femenino no va a poder competir nunca con Europa porque de donde hay que tirar es de las federaciones y yo tengo un ejemplo estelar con la Federación Española, que hace un trabajo espléndido para la juventud en el golf; entonces le va a costar mucho equipararse con Europa.

¿Cómo ves las nuevas generaciones? Llegan muy fuertes. Mi ideal es que sigan teniendo la idea de compaginar el golf con la universidad. A mí me da un poco de susto que las jóvenes se avalanchen a ser profesionales sin darle una oportunidad a la universidad antes, porque me da miedo que se estanquen en el golf y crean que no tiene un plan B. La universidad no sirve sólo para el título, te curte como persona; estás fuera de tu país, aprendes a manejarte con personas de otras culturas, estás tú sola frente al mundo y te desarrollas más rápido que quedándote en casa.

¿Sigues viendo mucha diferencia entre LPGAy LET?

Hay mucha diferencia. La cúspide es el LPGA, es donde más dinero hay, más posibilidades, pero también hay más competencia. Juegas campos mejores que a la vez hacen desarrollar más tu juego. Siempre va a ser un objetivo para todas las jugadoras el LPGA, pero me gusta que el LET esté creciendo, se le esté dando más importancia. Es bueno que las jugadoras novatas se curtan en el europeo porque es muy buen tour y te da tablas, sobre todo ahora que hay más dinero y más torneos. Hay veces que las jugadoras se creen que la única opción es ir al LPGA porque varias jugadoras lo han hecho así, pero cada jugadora tiene su proceso. Hay que hacerles entender a las jugadoras jóvenes que el tour europeo no es mala opción, no es la opción perdedora. Hay jugadoras que se aferran y se quedan escondidas en el LPGA, sin evolucionar, mientras podían estar aquí tranquilas, curtiéndose y dar el paso cuando puedan darlo.

Eres Embajadora Solheim

Es una bomba. El trabajo nuestro es hacerles entender a los españoles no golfistas la envergadura de este torneo. Es un desafío grande porque siento que en España todavía el golf es un nicho pequeño y elitista y la gente no siente esa pasión por un torneo de golf en masas como puede pasar en EEUU. Allí todo el mundo se muere por el golf, el golfista y el no golfista. Tenemos el desafío de intentar hacer ver que va a ser historia mundial, hacer entender el bombazo que es tener una Solheim en España y que los americanos entiendan el lugar donde van a estar una semana. Me apasiona el turismo golfístico, van a llegar aquí y se van a volver locos.

¿Va a ser la mejor Solheim Cup?

Sin duda. España no sólo te ofrece grandes campos de golf si no que te ofrece una oportunidad culinaria que no existe en ninguna parte del mundo. La gastronomía española no se puede comparar con nada pero también la cultura, las noches de fiesta, el lifestyle español es el mejor. Vamos a dar más, no sólo vas a venir a un campeonato de golf, vas a tener un paisaje espectacular, una comida impresionante, unos bares de copas, unas mujeres súper bonitas, bien arregladas. No sé, es que el estilo europeo es distinto, es darle un tres sesenta a la experiencia que puedan tener ellos.