Un espacio acogedor, una nueva ubicación a pie de campo, un equipo experto y un concepto diferente, todo es nuevo en el restaurante de Santa Clara Golf. Kayena es la nueva apuesta de este club de golf que ofrece una gastronomía original, vanguardista y muy  cuidada  para  sorprender  tanto a jugadores como a amantes de la buena cocina que quieran disfrutar de los sabores de la cocina mediterránea dejándose sorprender por la vuelta de tuerca que le ha dado Javier Morales Ocón. 

Kayena, su nombre sorprende nuestro oído, invitándonos a comenzar un viaje exótico deleitando nuestros cinco sentidos. La vista es la siguiente. El espacio, delicadamente decorado nos acoge con una belleza natural que nos lleva al relax. Y continúa con la armonía que presentan los platos. El olfato se despierta con ellos. El sabor no defrauda como tampoco lo hace la sensación de los productos en nuestro paladar. Es así como completamos los cinco sentidos disfrutando de cada uno de ellos y descubriendo nuevas mezclas nacidas de horas de trabajo, dedicación y mucho amor por la cocina.

Javier Morales acompañaba a su madre en la cocina desde muy pequeño. Su vocación quedaría tan clara que comenzaría sus estudios en esta disciplina a los dieciocho años en la escuela Jacaranda de Churriana. Tras lograr su segundo grado superior empezaría a trabajar en Marbella, ciudad que siempre ha adorado por su carácter cosmopolita. Primero como camarero, pero a los dos meses tendría la oportunidad de pasar a la cocina de Villa Tiberio: «Me tiré once años allí. Eché los dientes como quien dice. Pasé por todas las partidas y después a segundo jefe de cocina. Mientras tanto hice varios cursos, seguí formándome, hasta que sentí que me aburría un poco y que necesitaba un cambio. Me cogí un año sabático haciéndome una ruta gastronómica dentro de España, una gran desconocida«, recuerda Javier, que volvería a Málaga por un tiempo hasta su nuevo traslado, esta vez hacia Florencia siguiendo la llamada del amor «Estuve dos años trabajando allí, haciendo rutas por la Toscana, conociendo la cultura gastronómica italiana y del vino, pero la cosa no me salió bien con la chica y volví a Málaga».

Poco después le aparecían dos grandes proyectos, el primero en Muelle 1 y otro, el de Santa Clara. Finalmente, ganaría este último y hace siete meses que se ha hecho con los fogones de Kayena: «Es una vuelta de tuerca, una cocina más de vanguardia, más gastronómica, platos siempre mediterráneos pero con un toque exótico, son platos más elaborados e internacionales. La idea es atraer al golfista, pero también a gente de fuera. Todas las semanas, además de la carta, tenemos 5 sugerencias nuevas, para que el cliente no se aburra. Estamos empezando, aprendiendo, evolucionando», explica Javier.

Cambios de carta, sugerencias semanales, jornadas gastronómicas y maridajes, muchos son los proyectos que bullen en la cabeza de este malagueño, que piensa 24 horas en la cocina para ofrecer su mejor versión: «Yo busco que sea bueno, que esté bien elaborado y cuido mucho las presentaciones. Me gusta que sea llamativo, que entre por el ojo, por la nariz y por la boca, si esas tres cosas funcionan, está bien. Cuando te llevan un plato a la mesa hay muchísimo sacrificio, horas y pruebas, que muy poca gente sabe verlo, reconocerlo y sobre todo, agradecerlo. Yo cuando voy a un restaurante y algún plato me gusta mucho, quiero saludar y agradecérselo al chef», comenta Javier.

Así que ya saben, si van a Cayena y comen muy bien, no duden en felicitar al chef. Javier se lo agradecerá.

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