Alegre, divertida, inquieta y muy sociable, así es Luisa Jiménez, la capitana de Baviera Golf. Su curiosidad la ha movido a probar el golf y, desde que vio volar sus primeras bolas, se ha enamorado de esa sensación. Abogada de profesión, Luisa cambia cada fin de semana la seriedad y la tensión de los juicios por la diversión y el relax que le proporciona este deporte. En Baviera Golf, asegura que ha encontrado su familia. Este club le ofrece todo lo que necesita: una academia profesional, un ambiente agradable, un campo divertido y muchos amigos. El carácter extrovertido, motivador y la capacidad de «Luichi» (su apodo) de meterse a todo el mundo en el bolsillo, le han granjeado su nombramiento de capitana y el de embajadora de la Solheim Cup.

Cuando Aurora, gerente de Baviera Golf, la llamó para comunicarle su elección como embajadora de la Solheim Cup, Luichi se emoción muchísimo y se fijó nuevos objetivos: «Me puse las pilas para aprender más sobre este deporte y mejorar. Quiero aprovechar la Solheim para llamar la atención no solamente a mujeres, si no a todo el público, sea o no jugador de golf. Hacer ver que yo soy una persona normal y corriente, que estoy todo el rato riéndome, demostrando así que el golf es divertido y que es más asequible y cercano de lo que la gente se cree. Además que es un deporte, no sólo para hacer negocios, si no para disfrutar y conocer a gente», explica.

En Baviera Golf se siente en casa: «Es un campo cómodo para hacerlo a pie, se adapta a todas las economías y es muy agradecido. La hospitalidad que hay en Baviera en pocos clubes existe porque todo los miembros del equipo tienen un vínculo tan grande que ellos mismo se llaman familia y hacen que te sientas parte de ella. Nada más entrar encuentras gente simpática, amable, que hace que tu estancia sea lo más agradable posible. Te ayudan en todo lo que necesites, te facilitan las reservas, están cuidando diariamente el campo, pendiente de que haya un juego rápido», cuenta.

Al golf Luichi llegaría de una forma inesperada: «Como todo en mi vida, fue la casualidad. Yo por curiosidad me apunto a todo y, aunque hacía mucho que miraba el golf, y me interesaba, no entendía nada. Conocí a una persona que jugaba y que me explicó lo que es y un día decidí probar. Tenía 43 años y me dijeron que era un deporte muy diferente a los que yo normalmente hacía. Cuando pruebo, empiezo a darle la bola en seguida, cosa rara, según me dicen; pero yo tenía equilibrio, coordinación y disciplina, precisamente por haber hecho deporte. Como la satisfacción cuando le das a la bola es máxima me empecé a emocionar con el golf y me enganché totalmente.»

Desde ese primer encuentro hasta ahora han pasado 5 años y el golf la ha atrapado de tal manera que ha abandonado el surf, la vela ligera y el descenso de cañones: «Lo que más me gusta es jugar, conocer gente y campos fuera de aquí. Me encanta ponerme en situaciones complicadas y diferentes. El Golf me me da tranquilidad. Todos los deportes que hacía llevaban mucha tensión, por eso las primeras veces que salía, hacía unos movimientos tan rápidos, que hacía agujeros sin parar. El golf ahora consigue relajarme, hacer que vaya más lenta. He aprendido a pasear y disfrutar la naturaleza, los pájaros, lo bonito que es el campo y he dejado de ir corriendo. Consigue relajarme», comenta Luisa.

Cada viernes Luichi toma clase con Paco Natoli en Baviera Golf. Comprometida, responsable y autoexigente, para Luichi a veces el golf le supone un reto: «Lo peor es saber que lo sabes hacer y no hacerlo. Eso te frustra muchísimo. Cuando le doy mal a la bola y no sé el motivo empiezo a darle vueltas hasta que consigo descifrarlo, pero a veces no tiene explicación, depende del día y, sobre todo, de tu estado emocional.

Admiradora del mundo profesional femenino, esta brillante abogada sueña con hacer una partida especial: «Me gustaría jugar al golf con Ana Peláez, porque me encanta como persona, cómo está jugando y lo humilde que es. Me fascina lo sencillo que hace el juego. Me encantaría compartir con ella una ronda de golf, pero si no es con ella, sería feliz con cualquier otra profesional femenina», comenta. Así que si alguna ha leído esta artículo y le apetece disfrutar una experiencia muy muy divertida, la animo a contactar con Luichi, en Baviera Golf. Ahí lo dejo.